EL REY DE LAS POLILLAS – Ángel Abellán & Carlos Morote

El Rey de las Polillas no va de terror, tampoco va de amor. Bueno, puede que un poco, pero más del desamor. Y eso da un poquito de miedo. Vale, puede que también vaya de terror. Es más, acojona de lo real que es. Tonya y Ele tienen trabas en su relación, véase el tiempo o véase la vida. O quizás las diferencias que les hicieron enamorarse ahora pasan factura. La noche de su aniversario se ve interrumpida por esos problemas, personificados en un grotesco monstruo hecho de polillas, que intentará quitarles todo lo bueno que tienen. Por otro lado tenemos a Jen y Pablo, una pareja con una historia diferente, un romance con otras bases, pero igual de carcomido (en mi opinión, incluso más). Jen deberá enfrentar a su propio Rey de las Polillas, todos tenemos que hacerlo en algún momento. Cuando el camino de Tonya y de Jen se cruza, lucharán juntas por recuperar lo que el monstruo les ha arrebatado.

Estos personajes son muy diferentes entre sí, pero eso no les quita humanidad. Tonya es una chica alegre, a la que pocas veces consiguen hundir más de cinco minutos seguidos, aunque es hiper-despistada es una persona realista. Tonya está enamorada de Ele y Ele es diferente en casi todos los aspectos, excepto en el sentimiento mutuo. Ele vive con la cabeza en las nubes, quiere vivir su sueño, que es crear cómics. Mientras, hace trabajos que no van hacia ninguna parte y le mantienen eternamente en el pozo. Ele y Tonya se han complementado siempre, apoyándose mutuamente. El optimismo de Tonya siempre ha ayudado a Ele a levantar cabeza, muy despacio, pero no dejando que se rindiera.

Jen es policía, dura en apariencia. Pero por dentro tiene miedo (y un poquito de rabia y odio). Pablo es más seguro, tiene claro cuál es su futuro y sabe que eso es lo que quiere. Su relación con Jen no debería ir mal, pero Jen tiene dudas, no sabe si todo esto es lo que realmente necesita. Le cuesta abrir sus sentimientos y vive confundida, pero siempre, por encima de todo (cree que) quiere a Pablo.

Unos más a flor de piel que otros, estos sentimientos parece que atraen al villano de esta historia, que no es ni mas ni menos que el Rey de las Polillas. Un ser que se alimenta de los recuerdos felices de las parejas. Un monstruo que se presenta implacable, y que de una forma o de otra se saldrá con la suya.


Ángel ha conseguido con esta historia, no solo abrir su corazón y sus experiencias, también me hace bajar a la realidad y hacer que olvide los cuentos románticos y de las historias idílicas de amor. Me obliga a ver los grises y que estos forman parte de la vida. Mezcla un relato costumbrista con una trama de misterio y acción. Personifica esos miedos que hay en las relaciones, porque a veces es más fácil luchar contra un monstruo que podemos ver que hacerlo contra algo que sólo podemos sentir, aunque sepamos que está ahí. Consigue crear tensión, en algún momento puede rascarte una sonrisa para acto seguido machacarte el corazón y hacer que pierdas la esperanza. Es complicado aglutinar todos esos sentimientos en un cómic, y no creo que pudiese haberlo conseguido sin Carlos Morote.

El dibujo de Carlos es algo que me flipa desde el primer día que lo vi. Es delicado y potente. Expresivo y limpio. Sabe utilizar la línea y los colores, y se nota la mano de la arquitectura en cada fondo. Sabe como integrar en ellos cada personaje, parece que se mueven por la página como si estuviesen animados. Conoce el lenguaje del cómic, cómo hacer que la acción fluya y no bajar el ritmo hasta que la historia lo pide.

Aquí hay muchas cosas de ambos autores, es tan íntimo que seguro que tiene chistes internos que un lector distanciado no puede captar. Un cómic en código de dos personas que se han dejado la piel. Aún así no sabría decir qué elementos pertenecen a quién. Pero en este libro hay una simbiosis tan buena que no importan los egos (aunque los haya). Sólo importa las obra. Y eso se nota en el cariño que le han puesto al escribirla/dibujarla.

Sin duda, la espera se ha hecho larga. Pues tengo entendido que este cómic iba a ver la luz hace año, mas o menos. Pero, por motivos que ya todos conocemos, ha tenido que ser ahora cuando por fin lo podamos tener en nuestras manos. Y desde luego, no decepciona. Es una historia con varias lecturas y que, además, es muy accesible para todos, lectores y no lectores. Cada uno podrá exprimirla a su manera, pero de ninguna forma va dejar indiferente.

Título: El Rey de las Polillas
Autores: Ángel Abellán y Carlos Morote
Editorial: Grafito Editorial
Precio: 16,00 €

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